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¡El calor es –probablemente- el peor peligro al que tu perro se enfrenta cada verano!

Nuestras mascotas regulan su temperatura corporal de forma distinta a nosotros. Su capacidad de sudoración se concentra en la zona de las almohadillas de las patas. En cambio, regulan el exceso de temperatura, en gran parte mediante la respiración (jadeando) y a través de la conducción, mediante el contacto de sus zonas con menos pelos (la barriga) con superficies frescas.

Los perros y gatos eliminan el calor de varias formas:

  • A través de la respiración: jadeando, sobre todo los perros.
  • A través de la sudoración: por las almohadillas de las patas.A través de la sudoración: por las almohadillas de las patas.
  • A través de la conducción: contacto con superficies frescas (zonas de poco pelo como la barriga).

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¿Qué es exactamente el golpe de calor?

Para entender que es el golpe de calor, debemos pensar primero en cómo nuestro cuerpo regula los cambios de temperatura. Para ello debemos conocer a un señorito muy especial del que hablaremos muy a menudo en otras publicaciones… el «Sr. Hipotálamo».

El hipotálamo es una estructura del sistema nervioso, que -entre otras cosas- se encarga de regular la temperatura corporal. Cuando ésta aumenta por encima de los valores normales se denomina hipertermia. Existen varios tipos de hipertermia. La fiebre, por ejemplo, es un tipo de hipertermia en la que los mecanismos de pérdida y aumento de calor están ajustados para mantener la temperatura corporal a un nivel hipotalámico más alto, pudiendo clasificarse como una “hipertermia regulada”. Es decir, el Sr. Hipotálamo sube el nivel del «termostato» para hacer que haga más calor en el interior de nuestro cuerpo como medida de control ante algún imprevisto. La fiebre es una respuesta adaptativa del propio organismo ante una enfermedad.

En cambio, en los casos afebriles de hipertermia (el golpe de calor, la hipertermia inducida por el ejercicio, etc…), el aumento de temperatura se debe a una “descompensación del sistema” por causas ambientales, ya que el organismo intenta gestionar más calor del que puede regular. Según sea su gravedad, esto puede potencialmente resultar en una temperatura corporal superior a 41ºC. Temperatura fuera del rango que el hipotálamo es capaz de gestionar. Para que hagan una comparación, la mayoría de los enfermos con fiebre tienen una temperatura corporal entre 39,5 – 41ºC.

Golpe de calor = Hipertermia (Temperatura ≥ 41.1ºC).

Mi perro está sano y en forma, ¿tanto tengo que preocuparme?

El golpe de calor es una de las urgencias veterinarias más frecuentes en los meses de verano.

Debemos tener presente que nuestras mascotas tienen mayor dificultad que nosotros para hacer frente al calor. A parte de las diferencias en cuanto a la regulación de la temperatura corporal que comentamos anteriormente, también tenemos que tener en cuenta que una alta proporción de su cuerpo está recubierta de pelo –justo al contrario que nosotros-. Incluso en determinadas ocasiones, carecen de control sobre el entorno. Si nosotros nos quedamos en segunda fila en el coche esperando a alguien, en cuanto notemos calor, ponemos el aire acondicionado o bajamos las ventanillas. En cambio ellos no tienen esa posibilidad, sólo pueden resignarse a esperar a que nosotros volvamos… ¡Este detalle es de vital importancia! Lo que nosotros interpretamos como un “minutito de nada”, para ellos puede llegar a ser mortal. Y no se crean que exagero, los días de fuerte calor, un perro dentro de un coche aparcado al sol y sin ventilación puede morir en tan sólo 10 minutos.

Pero el riesgo de golpe de calor no está tan sólo en dejar al perro en el coche. Estar mucho tiempo paseando o jugando en el parque bajo el sol, o simplemente esperar atado por fuera de alguna tienda puede hacer que nuestro perro acumule un exceso de calor y acabe desencadenando un golpe de calor…

De hecho, deberemos tener especial cuidado con los cachorros, los perros mayores o con enfermedades cardiacas o respiratorias, sin olvidar los perros de razas braquicéfalas (de morro chato, como Bulldog, Boxer, etc.) y los perros de capas más oscuras (el color negro absorbe más calor).

Los animales más propensos a sufrir golpes de calor son:

  • Animales mayores y cachorros
  • Razas braquicéfalicas: Bulldog inglés, Bulldog francés, Carlino, Bóxer, etc…
  • Animales de capas oscuras
  • Animales con problemas respiratorios y/o respiratorios

¿Cómo reconocer un golpe de calor?

Los primeros síntomas que aparecen en un golpe de calor son mareos, jadeos, debilidad y apatía. Estos síntomas no son considerados aún de gravedad.

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A medida que la temperatura sigue aumentando, empezaran a aparecer otros síntomas como letargia, falta de coordinación, pulso débil, mucosas secas y piel muy caliente. Si el golpe de calor no se detecta y se actúa a tiempo, puede llegar a acusar shock y desmayos y convulsiones.

¿Qué puedo hacer para evitar un golpe de calor durante las olas de calor?

No dejes nunca a tu mascota dentro de un coche o cualquier otro espacio reducido. Además, los perros que se ponen nerviosos al quedarse solos tienen mayor riesgo.

También podemos hacer una pequeña modificación en la rutina de alimentación durante esos días, evitando dar raciones demasiado copiosas durante las horas fuertes de calor. Mejor dosificar un poco más las raciones para que sean digestiones menos pesadas.

Durante los paseos lleva siempre agua limpia y fresca para que pueda refrescarse, y facilita el acceso a sombra y sitios frescos en el que pueda tumbarse. Siendo preferible salir a pasear en las horas más frescas del día (al amanecer y al atardecer).

Evita salir a correr o hacer ejercicio durante los días de más calor, así como caminar por el asfalto. Al ser negro, absorbe más el calor, se calienta con mayor facilidad y puede producir quemaduras en las almohadillas.

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Si la ola de calor te ha cogido por sorpresa mientras estas de excursión con tu perro, haz paradas de reposo y recuperación cada cierto tiempo y permite que tu perro se rehidrate. Si observas que tu perro empieza a dar signos de debilidad, busca un lugar fresco a la sombra, para, refréscalo -puedes tirarle un poco de agua por encima- y espera a que se recupere antes de continuar. Controla la temperatura de tu perro cada poco tiempo, si detectas que la temperatura le aumenta hasta casi llegar a 41ºC da por finalizada la excursión, toma el camino de vuelta y controla que su temperatura disminuye. (Recuerda que el golpe de calor se agrava a partir de los 41ºC).

dog-1378087_1920Kit básico para los días de calor:

  • Botella con agua fresca
  • Bebedero portátil
  • Toalla o paños refrescantes
  • Termómetro
  • Número de teléfono del veterinario de urgencias!!!

Y si a mi perro le da un golpe de calor, ¿qué tengo que hacer?

El animal deberá acudir al veterinario lo antes posible, pero intenta que el viaje sea lo menos estresante posible. Si el veterinario no está cerca y tienes que llevarlo en coche, ventila el coche y espera un poco a que el coche esté algo más fresco para meter a tu mascota dentro.

Mientras esperamos que el coche se enfríe aprovecharemos para auxiliar a nuestro perro. Lo más importante es controlar su temperatura corporal. Debemos intentar que su temperatura disminuya hasta los 39ºC. Para ello debemos enfriar al perro, para ello lo trasladaremos a un lugar fresco y a la sombra. Le ofreceremos agua, si no quiere beber, podemos humedecerle la boca pero no le forzaremos a beber.

Podemos refrescarle utilizando toallas mojadas frotándolas por todo el cuerpo. Así, el masaje también nos ayudará a reactivar la circulación de las extremidades.

También podemos utilizar un poco de alcohol para bajar la temperatura corporal. Debemos vigilar que nuestros esfuerzos están funcionando y que la temperatura le está bajando. Es preferible que el descenso de la temperatura sea gradual para evitar un colapso, por lo que es preferible no utilizar agua helada/hielo.

Una vez en la clínica, el veterinario evaluará el estado de salud del animal y los daños causados por el golpe de calor. La hipertermia puede causar daños neurológicos, aumentando la presión intracraneal, complicando el cuadro clínico. El tratamiento consistirá en seguir controlando la temperatura y la hidratación del animal, así como corregir las alteraciones metabólicas (acidosis, hipernatremia, hipocalcemia) y contrarrestar los posibles daños cerebrales.