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Sabemos que, tras la declaración del estado de alarma en nuestro país debido a la pandemia del Covid-19, estamos viviendo momentos difíciles y que, muchos propietarios, tendrán mil dudas sobre cómo afrontar el confinamiento dentro de casa, sin que ello repercuta en la calidad de vida y el bienestar de su perro.

Aunque el estado de alarma permite salir a pasear a nuestros perros para cubrir sus necesidades fisiológicas, todos los propietarios de perros sabemos que esto no es suficiente.

Los paseos son la mejor forma de cubrir las necesidades etológicas básicas (contacto social, ejercicio y estimulación mental) y, a medida que van pasando los días, al igual que nos pasa a nosotros, el estrés puede empezar a hacer mella en el comportamiento de nuestros perros, apareciendo (o reapareciendo) problemas de comportamiento (excitabilidad, ansiedad, frustración, irritabilidad, agresividad, etc…).

Por ello, a continuación les proponemos diferentes recomendaciones para ayudarles a afrontar estos días tan complicados.

¿Cómo puedo adaptar el paseo de mi perro a las normas del Decreto del estado de alarma?

Las pautas básicas que nos han repetido hasta la saciedad son “paseos cortos, en horario de poca afluencia y evitando siempre el contacto con otros perros y personas”. Como propietarios de perros sabemos que esto es muy complicado de cumplir, sobre todo con los perros más juguetones y sociables.

Debemos de entender que estas normas se centran en el objetivo principal de frenar el contagio y la expansión del virus. Cuanto más rigurosos seamos con esto, antes acabará esta etapa de confinamiento, y antes volveremos a disfrutar de los paseos de siempre.

Sin embargo, cumplir estas premisas no es incompatible con conseguir que nuestros perros sigan disfrutando de buenos paseos, y sobre todo evitar el desarrollo de futuros problemas de comportamiento en la calle.

De hecho, comparto las declaraciones que Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, hizo la semana pasada:

«La diferencia con las mascotas no es el tiempo, la diferencia con las mascotas es la forma de relacionarse entre los dueños de las mascotas entre sí. Es lo que no interesa. Si lo que queremos es que no haya un contacto directo entre personas que pueden estar infectadas, lo que no podemos es seguir manteniendo las mismas aptitudes de relación entre los dueños de estas mascotas. Pero las salidas para sacar a pasear a la mascota no se ha limitado a un tiempo mayor o menor, sino el habitual.»

Puedes escuchar tu mismo las declaraciones en esta publicación de la página del Facebook de la «Dirección General de Derechos de los Animales.»

Repasemos un poco las pautas básicas:

Paseos Cortos

Con esta premisa lo que se quiso evitar es que “usáramos” a nuestros perros como excusa para estar todo el día fuera de casa, pero no significa que tengamos que salir apenas 2 minutos.

Por tanto, no debemos obsesionarnos con meterles prisa a nuestros perros para que hagan sus cosas. Deja que tu perro olfatee con calma y decida dónde y cuándo quiere hacer sus necesidades. Luego, como debemos hacer siempre, recogeremos las cacas y limpiaremos los restos con agua. Por tanto, debemos seguir saliendo con bolsitas y la botella de agua.

Sin embargo, tenemos que tener en cuenta que algunos ayuntamientos han publicado sus propias normas municipales de cara al confinamiento que pueden llegar a ser algo más restrictivas. En algunos municipios parece que se han restringido las zonas de paseo a unos metros concretos alrededor de la vivienda. Entra en la web de tu ayuntamiento e infórmate.

En horarios de poca afluencia:

Quizás el punto más importante a tener en cuenta. Como ya hemos dicho, el objetivo principal del ya famoso “quédate en casa” es frenar el contagio y la expansión del virus. Por tanto, cuanto más evitemos el contacto con otras personas menor probabilidad de contagio tendremos.

Además, para perros extremadamente sociables, que necesitan acercarse a saludar a todos los perros con los que se cruzan, será menos estresante no ver a nadie que ver que se cruza con sus amigos de siempre pero que no le dejamos acercarse.

La parte positiva de esta situación es que es la situación ideal para trabajar con aquellos perros que no saben disfrutar del paseo porque van demasiado pendientes de todos los estímulos de la cuidad.

Evitando el contacto con personas y perros:

Aunque muchos propietarios han puesto el grito en el cielo por el ya comentado aspecto de la duración del paseo, realmente éste es el punto crítico para la gran mayoría de perros, ya que también es la norma principal del estado de alarma.

Los perros son animales sociales, que necesitan el contacto con otros congéneres, e impedir realizar una conducta natural es una de las mayores causas de estrés o frustración que podemos encontrar. De hecho, si analizamos nuestras propias reacciones al confinamiento veremos que no hay tanta diferencia… La suerte para nosotros es que las nuevas tecnologías y las plataformas virtuales nos han permitido compensar un poco esta carencia.

Por ello, debemos hacer todo lo posible porque esta pauta se cumpla pero de la forma menos traumática para nuestros perros. ¿Cómo? Evita dar tirones de correa para separar a tu perro. Anticípate, y desde que veas que aparece algún vecino, llama a tu perro y haz que te siga, distanciándote de la otra persona. Evita el contacto asociando el distanciamiento con un estímulo positivo (con una chuche por ejemplo). De esta manera evitarás desarrollar un problema de miedo o reactividad a la correa.

Resumiendo, los cambios principales que tenemos que tener en cuenta son: dejar de ir a parques de perros, salir a horas que no haya movimiento de personas por el edificio o en la calle y evitar pasar cerca de otros perros o personas.

Recuerda que un paseo de calidad no consiste en estar mucho tiempo en la calle, sino que el tiempo que estemos fuera de casa sea enriquecedor para el perro. Aprovecha la calma que se respira en la cuidad para dejar que tu perro olfatee de forma relajada y calmada. ¡No le metas prisa, y no tires de la correa!

Entonces, si no puedo cansar a mi perro con los paseos, ¿cómo consigo que mi perro esté tranquilo en casa?

Como ya hemos comentado, los paseos son la mejor forma de cubrir las necesidades etológicas básicas (contacto social, ejercicio y estimulación mental). Sin embargo, debemos asumir que, hasta nuevo aviso, debemos aprovechar el tiempo que pasamos en casa para ayudar a nuestras mascotas a estar entretenidas.

Pensad por un momento es todos esos niños que están encerrados en casa sin poder ir al parque a jugar con otros niños, tirarse por toboganes, montar en bici, etc. ¿Qué están haciendo sus padres? Buscarle formas alternativas de tenerlos entretenidos; leer, hacer pasatiempos, pintar, cantar, talleres de manualidades, y un largo etcétera… sobre todo cuanto más creativo sean sus padres.

¿Por qué va a ser diferente con nuestros perros? Un perro no sólo es feliz corriendo detrás de una pelota. Hay muchísimas formas de jugar y entretener a nuestros perros. Además, si estas actividades las centramos en hacerles pensar (¡si, los perros piensan!) potenciamos muchísimo más la calma y la relajación de nuestros perros.

La estimulación mental es la mejor herramienta para tener perros equilibrados y relajados. En las tiendas existen un montón de juguetes de estimulación mental, pero al igual que hacemos con los pequeños de la casa, con imaginación podemos crear un montón de juegos para nuestros perros.

Además, será también una buena forma de entretenernos nosotros en estos días y poner a prueba nuestra creatividad. En internet puedes encontrar mil ideas. Entre ellas, en nuestras redes sociales puedes encontrar algunas ideas que hemos ido compartiendo estas semanas. Síguenos en redes sociales (Instagram y Facebook) y busca el hashtag #ContraElAburrimientoOlfateo.

A la hora de empezar a realizar este tipo de juegos con tu perro es importante que tengas en cuenta unas pautas básicas:

1. Empieza por retos fáciles y aumenta poco a poco el nivel de dificultad.

Se trata de motivar a tu perro a jugar de una forma diferente, utilizando su olfato y haciéndolo pensar. Empieza por juegos muy fáciles y aumenta su dificultad poco a poco. De otra manera corremos el riesgo de aumentar su frustración y su estrés, favoreciendo la aparición de conductas inapropiadas como los ladridos por frustración.

2. Se trata de entretener y relajar, no de sobreestimular.

El objetivo es compensar las carencias de los paseos, no tener a los perros sobreestimulados y saturados a base de novedades y retos diferentes durante todo el día. Realiza varias sesiones cortas a lo largo del día, pero permite que tu perro siga manteniendo sus periodos de descanso. Si no quiere jugar, no le obligues.

3. Enriquecimiento ambiental vs sesiones de juegos

Los juegos de estimulación mental forman parte del llamado Enriquecimiento Ambiental, y existen muchas formas diferentes de favorecer la estimulación mental en casa. Pero debemos diferenciar las sesiones de juego que podemos hacer con nuestros perros de los diferentes elementos de enriquecimiento que tienen a su alcance.

Por poner un ejemplo, cualquiera de nosotros, aunque ahora preferiríamos poder estar con nuestros amigos en la playa, somos capaces de entretenernos solos con cosas que tengamos en casa (leyendo, haciendo alguna manualidad, cocinando, buscando cosas interesantes en internet, incluso ordenando ese armario que llevábamos meses queriendo hacer…).

Con los juegos de nuestros perros pasa lo mismo, podemos hacer sesiones de juego con nuestro perro, guiándolo y viendo como los resuelve o podemos facilitarle el acceso a diferentes juguetes y que él use el que quiera y cuando quiera.

Además, facilitar que nuestros perros puedan estar jugando solos en otra zona de la casa nos ayudará a evitar problemas de hiperapego y trastornos relacionados con la separación cuando todo esto acabe y volvamos a la rutina de siempre.

¿No hay nada más que pueda hacer?

A parte de estos consejos existen otros elementos en los que podemos apoyarnos, sobre todo en caso de animales con problemas de comportamiento previos al estado de alarma o en animales más sensibles a los cambios y a las situaciones de estrés.

Si a medida que pasan los días detectas algún cambio en el comportamiento de tu perro puedes buscar ayuda profesional. Cada perro y cada situación es diferente, por lo que será necesario evaluar tu caso y adaptar las pautas y recomendaciones generales a tu situación concreta. En tu centro veterinario se encuentran los profesionales que mejor conocen a tu perro, ponte en contacto con ellos y pídeles consejo. Tal vez te puedan recomendar algún suplemento nutricional o medicación para el estrés o te puedan derivar a algún compañero veterinario especializado en conducta animal.


Si quiere más información sobre cómo ayudar al bienestar de su mascota durante el estado de alarma por el COVID-19, le animo a leer la publicación que desde el GrETCA hemos preparado:  

Consejos para mantener el bienestar de nuestras mascotas durante el estado de alarma por el COVID-19 y evitar problemas posteriores